
La gente actúa con total liviandad, total haga la barbaridad que haga después te pide perdón y listo.Decir perdón no debería tomarse con tanta liviandad.
Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, nuestra culpa. Cuando no nos perdonan nos obligan a hacernos cargo de lo que hacemos. Un simple perdón no puede borrar el dolor que se causó.Pedir perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismos provocamos. Insuficiente y a destiempo. Recién cuando nos hacemos responsables de lo que hacemos, ahí se puede empezar a construir algo distinto.Suplicando a los gritos, de rodillas, implorando en todos los idiomas, pedir perdón no alcanza, no repara, no alivia si no nos hacemos responsables de nuestras acciones.
Hay cosas imperdonables aunque se pida perdón
en todos los idiomas .
No hay comentarios:
Publicar un comentario